Plan Financiero


Tu plan financiero es simplemente el mapa que contiene las direcciones a seguir para que realices tus metas financieras......o alcanzar la libertad financiera.
1. Empieza conociendo tu situación económica: tu patrimonio.
2. ¡Cómo hacer un preuspuesto?
3. ¡Cuáles son tus metas y prioridades?
4. ¡Qué problemas enfrentas?. ¡Deudas?, ¡Falta de protección?, ¡Falta de ahorros?


No te asustes; es muy sencillo. Tu patrimonio es la diferencia entre tus activos (lo que tienes) y tus pasivos (lo que debes).
Patrimonio = Activos – pasivos.


Primero suma todo lo que posees: cuentas bancarias, inversiones, propiedades, artículos personales, cuentas de jubilación. Luego haz lo mismo con tus pasivos, suma todas tus deudas: hipotecas, préstamos personales, cuentas por pagar, deudas del carro, tarjetas de crédito. Ahora resta tus pasivos de los activos.
Recuerda....activo es todo aquello todo bien o servicio que te da 1$ a tú bolsillo y pasivo...es lo contrario, es decir te saca 1$ de tú bolsillo.
El resultado de esta operación es tu punto de partida, te indica donde estás parado, es el primer paso para que lleves el control de tus finanzas.
Si el resultado fue positivo, vas por buen camino, tu meta para el futuro debe ser aumentar ese monto
Por el contrario, si la operación refleja un número negativo, es decir, estás en rojo, deberás trabajar para convertirlo en positivo......A TRAVÉS DE INGRESOS PASIVOS. Esta operación la debes hacer por lo menos una vez al año.



Anota en una lista todos tus ingresos y gastos, usa la información del talonario de tu chequera y de todos los estados de cuenta (incluyendo los de las tarjetas de crédito), para ver en que usas tu dinero.Calcula que porcentaje de tus ingresos usas para cada rubro de gastos, desde la comida hasta la hipoteca. Llego el momento de ajustar los gastos en exceso y dirigirlos a las áreas débiles de tus finanzas.
Calcula el flujo efectivo:
Flujo efectivo = Ingreso – Egresos.



A corto y largo plazo, determina cuanto dinero necesitarás para lograrlas. Por ejemplo, determina a que edad te gustaría retirarte y cuanto necesitarás para ello, cuando vayan tus hijos a la Universidad y cuanto te costará, etc. Así hasta que tengas una lista y el orden de prioridad que incluya todas tus metas. Te listo sólo unos cuantos ejemplos, para que tu desarrolles tu propia lista:
Un nuevo auto
Planes de Retiro
Planes de Estudio para tus hijos
Compra de vivienda propia
Unas vacaciones especiales
La boda(s) de tu(s) hija(s)
Un bote
Una casa de vacaciones
Una casa para tus padres

Dejar de trabajar y vivir de las rentas de tus inversiones
Asimismo, en ocasiones nuestras vidas reflejan cambios importantes que seguramente impactan cualquier plan financiero.

Debes preguntarte si tus metas son razonables y medibles, si reflejan todo lo que está sucediendo en tu vida en estos momentos.

Los objetivos que te debes plantear en cualquier plan financiero que hagas deben ser cuantificables en términos monetarios. No basta decir "quiero tener un retiro digno", se requiere saber qué monto necesitarás para ello.

En base a este objetivo y a las tasas reales que esperas obtener por sus inversiones, puedes determinar el monto que necesitas ahorrar cada mes para lograrlo.

Por ejemplo, el nacimiento de un hijo puede implicar costos adicionales (guardería por ejemplo) o incluso que algún miembro de la pareja deje de trabajar para cuidarlo. Esto, desde luego, limita el ingreso disponible y por lo tanto, hace necesario revisar el plan financiero.

Adicionalmente, eventos como éstos pueden tener un impacto en metas financieras trazadas con anticipación.

El mismo evento, el nacimiento de un hijo suele implicar la necesidad de garantizar su educación superior.
Por lo tanto, revisa los eventos que están pasando en estos momentos en tu vida. ¿Ha cambiado algo desde que estableciste tu plan? ¿Hay algunas cosas que te gustaría lograr, que no habías considerado antes?

Para que un plan financiero funcione adecuadamente, es importante cuantificar nuestros objetivos y metas: es imperioso establecer claramente cuánto dinero se necesita (a valor presente) para alcanzarlos.

Una vez que hemos determinado ese monto (¿cuánto valen?) podremos precisar la cantidad mensual que necesitaremos ahorrar para lograrlos, así como el tiempo que nos tomará.

Esto es, precisamente, lo que ilustraremos aquí: la creación de un plan de ahorro que nos permita alcanzar nuestras metas.

Los pasos para hacerlo son los siguientes:
Ordenar las metas en orden de importancia. Recuerda que los objetivos de más largo plazo (como lo son el retiro o la educación superior de nuestros hijos) son generalmente los más importantes.

Sin embargo, cuando jóvenes, vemos tan lejanos estos sucesos, solemos relegarlos a segundo término, y desplazarlos por objetivos de más corto plazo, como puede ser la adquisición de bienes de consumo duradero (un auto, una casa, etcétera.).

Esto suele ser el primer gran error, ya que la costumbre hace la regla, y las metas por las que más vale la pena luchar las posponemos de manera indefinida. Y cuando nos damos cuenta, lamentablemente, es que ha sido demasiado tarde.

Es por ello que los jóvenes, desde que obtienen su primer empleo, deben comenzar a ahorrar como mínimo una décima parte de su salario neto para el retiro, y conservar 90% de él para su gasto corriente y demás objetivos de vida. Esto e llama “Pagarse a sí mismo”.

Cuando esto se hace desde el principio, se torna una costumbre muy sana y poderosa.
Supongamos que una persona comienza a trabajar a los 22 años, y ahorra, cada mes, una cantidad equivalente a $1.000 pesos valor presente.

Si los invierte a una tasa real promedio de 10% anual a la edad de retiro (65 años), habría acumulado más de 7,5 millones de pesos para tal fin.

Si la misma persona pospone su meta, y comienza a ahorrar a los 35 años (es decir, relativamente joven), necesitaría separar mensualmente una cantidad de $3.500 para reunir aproximadamente la misma cantidad a los 65 años.

Determine el número de meses que necesita para obtener cada una de sus metas. La tarea es muy sencilla. Empiece con las metas más importantes (de más largo plazo) y siga con el resto.

Para el retiro, por ejemplo, define a qué edad te gustaría hacerlo (digamos, entre los 60 y los 65 años para la mayoría de nosotros).

Resta tu edad actual para obtener el tiempo (en años) que te falta, y multiplícalo por 12 para obtener el número de meses. Haz lo mismo con el resto de tus metas.
Divide la cantidad monetaria que necesitas para obtener cada una de tus metas entre el número de meses que requieres para lograrlas. Este es un paso fundamental, y nos da la pauta para saber el monto que debemos ahorrar cada mes.

No se debe olvidar en este punto que, sobre todo para las metas más importantes (mediano y largo plazo), los intereses que ganamos con nuestras inversiones juegan un papel importantísimo, dado el efecto "bola de nieve" del interés compuesto, es decir, el interés acumulado sobre los intereses que van ganando con el paso del tiempo.

Por ello, para saber con cierta exactitud cuál es el monto que deberemos ahorrar para llegar a cada una de nuestras metas, debemos tener muy claro qué tasa real promedio esperamos obtener de nuestras inversiones durante el tiempo en que las mantendremos.

Obtén la cantidad mensual que debes ahorrar para lograr cada una de tus metas. Para las metas de corto plazo, es la cantidad obtenida en el punto anterior.

Para las de más largo plazo, a partir de 5 años, es importante tener en mente la tasa de interés real que podemos obtener de nuestras inversiones.

Como ya mencionamos, las metas más importantes deben tener una prioridad máxima, y no deben ser pospuestas por objetivos menores.
Es decir, si requieres comprar una televisión, debes continuar ahorrando para tu retiro y para tu nueva televisión.
Como podrás observar después de hacer un ejercicio similar con todas las metas, difícilmente podremos ahorrar para todas al mismo tiempo.
Así que lo importante es que empecemos con identificarlas y arranquemos a ahorrar para las más importantes y vayamos poco a poco con el resto.



Luego establece cuanto dinero puedes poner a un lado, semanal o mensualmente, con el objeto de alcanzar tus metas. Estas son las áreas que regularmente causan mayores dolores de cabeza:



Si eliminar o disminuir tus deudas es un problema de peso en tu caso, atácalo, no lo evadas.

Obtén protección contra riesgos que puedan resultar en una catástrofe financiera, es decir, que te encuentres propiamente asegurado contra enfermedades, incapacidad y en caso de tu muerte prematura, tu familia tenga un reemplazo de tus ingresos para sostenerse. Igualmente revisa si tus propiedades como vivienda y automóvil estén bien protegidos contra daños, y tu personalmente, contra la responsabilidad civil que estos determinen sobre ti.


Haz que tu dinero trabaje para ti: según tu tolerancia de riesgo, conoce tu perfil como inversionista y los plazos que te hayas propuesto, podrás escoger los instrumentos de ahorro e inversión que generen los mejores rendimientos para tu futuro.

Conoce cómo funciona el Proceso de las Inversiones y aprende a sacar provecho de las inversiones administradas como los Fondos de Inversión Mutuos (Fondos Mutuos - Mutal Funds) o la compra-venta de acciones en el mercado bursátil. Conoce otras posibilidades...O INGRESOS PASIVOS, los cuales podrás obtener de las cafeterías de emprendimiento, más conservadoras de inversión como los bonos del tesoro, CD, cuentas de mercado, disfruta de las herramientas y servicios bancarios y de otras instituciones similares.

Prepara tu futuro:
Anticipa las emergencias: Establece tu propio plan de emergencias en caso que estés un tiempo sin ingresos. Evita tener que acudir a tus líneas de crédito como único recurso de emergencia. Establece una cuenta de ahorros o inversión a corto plazo para hacerle frente a tus imponderables.


Ahorra para tu vejez. Analiza y aprovecha las ventajas de los diferentes planes de ahorro e inversión, como los planes de retiro 401k, Planes Keogh, Cuentas Individuales de Retiro (IRA Accounts), y las diferentes formas como estos planes te pueden ayudar; algunas ventajas que estos planes representan para ti son las cuentas con previsiones de impuestos (tax sheltered accounts) o las deducciones automáticas para invertir en fondos mutuos.
Ahorra para tus hijos: conoce los mecanismos que están a tu disposición como las cuentas IRA educacionales, (Educational IRA Accounts) los programas de Pagos Anticipados de Universidad (Pre-Paid College Programs.)
Ayudando a tus padres: conoce como puedes ayudar a tus padres a tomar las decisiones apropiadas con respecto a su patrimonio y cómo preparándose pueden beneficiarse ellos y ustedes, sus herederos, de instrumentos financieros como los fideicomisos (Trusts) o los Créditos de Impuestos Sucesorales (Estate Tax Credits).


Ya estableciste todas las direcciones y caminos a seguir en busca de tu independencia financiera. Después de esto, es importante que vigiles las rutas y no te desvíes, revisa periódicamente tu plan y realiza las correcciones necesarias con cada cambio en tus metas o situación financiera.

Todo plan financiero cambia y crece con el individuo. Es importante, por lo tanto, tener una revisión del mismo al menos cada año, y cada vez que exista un cambio significativo en su vida, que pueda afectar dicho plan.


Recuerda que en la medida que incrementes tus motivaciones, tus conocimientos y aprendas haciendo, es muy probable que cambies tú plan financiero principalmente porque haz cambiado tus objetivos de vida.